Tu aspecto fúnebre,
recuerda la vida, las risas de fiestas,
alegría en la mesa.
Tu inquieto apetito,
y el intestino avaro que te carcome,
devoran páginas.
Tu imagen sublime,
es la oscuridad que proyectan tus plumas,
en el dintel de la puerta.
Desde allá retumba tu voz,
como la conciencia,
la filosofía y la literatura.
«La frase "todo tiempo pasado fue mejor" no indica que antes sucedieran menos cosas malas, si no que -felizmente- la gente las echa en el olvido» SABATO, E., El tunel, Ediciones Cátedra, Madrid 2013, 63.
ESENCIA DEL CHE
(A mi hijo Jorge Ernesto)
El Che tenía esencia y condición de líder.
Leal a sus convicciones actuó como pensó
su concepto de unidad continúa siendo cartilla elemental
para que las revoluciones sobrevivan.
Su ética y su ejemplo han sido esenciales
para una reflexión de largo aliento.
Su desprendimiento por las cosas materiales
ha sido un acto místico de entrega y deber.
Su solidaridad y sus principios son ejercicio permanente
de dignidad y consecuencia.
Su actuación coherente -Aún en los afiches-
continúa confiriéndole autoridad para guiar a quienes nos guían.
Sus verdades las llevó hasta ese lindero difuso
donde uno no sabe precisar con exactitud
si está frente a la muerte o frente a la eternidad.
Esas verdades son las mismas que hoy sirven para que hasta
sus enemigos le expresen respeto y reconocimiento.
Su sensibilidad -Esa capacidad de sentir por los demás-
REBELDÍA POPULAR VS MANIPULACIÓN MEDIÁTICA
La elección presidencial realizada el pasado 07 de octubre del presente año 2012 en la República Bolivariana de Venezuela, es propicia para hacer un análisis nuevamente del papel realizado por los medios masivos de comunicación y su función social en el juego democrático.
En una nación que se ha convertido en punto de referencia internacional precisamente por su democracia participativa (15 elecciones en 14 años), desde la prensa internacional y nacional se habla de términos como “dictadura”, “caudillismo”, “tiranía”, entre otros. Sencillamente lo que aparece en los medios emerge como una realidad casi incuestionable aunque haya sido reconstruida o constituyan un puro acontecimiento mediático.
Los medios, se han convertido en una pieza clave para el funcionamiento de las sociedades modernas y democráticas, hasta el punto de que conforman la realidad social (muchas veces deformándola) y el hecho político. Acaso no hemos querido darnos cuenta o preguntarnos ¿Cómo somos controlados, influidos, condicionados, por la maravillosa golosina que los medios de
difusión masiva despliegan ante los ojos de millones de persona? ¿Cómo sigilosamente, los nuevos hipnotizadores introducen en nuestros pensamientos ideas que nos son ajenas? Se pregunta el profesor Ignacio Ramonet.
«Teníamos que encontrar lo extraño y lo maravilloso, como en mi historia; sí, parecía que era el único remedio que podríamos tomar contra el aburrimiento del mundo repugnante, porque él no tenía conocimiento que desde aquellos años de infancia y donde la escuela no hacía más que repetir las mismas cosas, nunca había tocado siquiera la idea de estar encerrado entre cuatro paredes, y por esta razón se había pasado toda su vida en viajes, persiguiendo cuentos sobre caminos infinitos»
PAMUK, O., Il castello bianco, Giulio Einaudi Editori, Torino 2006, 152-153.
Ante todo, existen dos tipos de escritores: aquellos que escriben por amor, y otros que escriben por escribir, los primeros han tenido ideas o mas bien experiencias que les parecen dignas de ser comunicadas, los segundos tienen necesidad de dinero y por lo tanto escriben por dinero. Ellos creen que escribiendo, se les puede reconocer la tendencia de dar a sus pensamientos la mayor extensión posible y de exponer también pensamientos a medias verdades, pensamientos retorcidos, forzados y oscilantes; a menudo, aman también el claroscuro para poder aparentar algo que no son. Por esta razón. A sus escritos les hace falta precisión y completa claridad.Por lo tanto podemos rápidamente darnos cuenta que escriben para llenar la hoja: a veces se puede apreciar en nuestros mejores escritores: por ejemplo, en algunas partes de la dramaturgia de Lessing y hasta algunos romances de Jean Paul. Apenas nos damos cuenta, debemos descartar el libro: el tiempo es precioso. En el fondo, el autor engaña al lector, apenas escribe con con la finalidad de llenar la hoja: los autores, de hecho, se dan a entender porque tiene algo que comunicar. - Los honorarios y la propiedad literaria de los libros son, en realidad, la desgracia de la literatura.
SCHOPENHAUER, A., SUL MESTIERE DELLO SCRITTORE E SULLO STILE, ADELPHI EDIZIONI, MILANO 1998, 17.
El coraje no se puede disimular, es una virtud que escapa a la hipocresía.
«¿Qué es un libro? Un paquete de mentiras, y la novela es un disparate, escrita por inutilidad, para dar oportunidad a los ociosos de leer […] Y si, a un cierto punto, comenzaran a hablarte de un tal Shakespeare, si es que –mira- en la literatura ¡Existe un Shakespeare! Pero también Shakespeare es un absurdo, todo es una tontería, todo es hecho exclusivamente para el pasquín»
DOSTOEVSKIJ, F. M., Povera Gente, Rizzoli Editore, Milano 2010, 134.
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